Tras varios años llendo a misa todos los domingos creo que mi gusto por la misma se ha convertido en una molestia total; y por màs que mi mama diga que solo es 1 hr. para mi 60 minutos se han convertido en aquella presentacion que tengo que hacer, o el analisis de un libro, o quiza (si me apuro) un plano completo.
Sì - por mas egoista que suene mi tiempo es valioso, tan valioso como no querer ir a "darle gracias a Dios" por todo lo que hace por mi. Ahora 60 mins se han convertido en la diferencia de terminar o dejar incompleto algo, lograr bajar miseros 200 gramos o quedarme siendo una gorda.
Al final, Dios es misericordioso y se que se apiadarà de mi...
Nunca lograremos complacer a nadie si no nos complacemos a nosotros mismos (¿que no aplica asì?)... Si dejo incompleto algo no estarè satisfecha.
En prepa pensaba que un 9 era excelente; hoy considero un 9 mediocre, ese punto entre ser la mejor o ser una màs. Quizà me mal acostumbrè el semestre pasado por tener 10 en proyectos (extraño al Arqui); tambien puede que haya influido mi caràcter rencoroso y vengativo para aplastar a aquella compañerita odiosa (que sigo odiando de forma hipòcrita).
--- Regresando con el tema de Dios: espero estar en el cielo por mis bonitos proyectos, mis buenas calificaciones y mis ganas de -tener un mejor cuerpo... si lo analizaramos mas el dice que debemos cuidarnos o no?
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